Nada más conocer al importante productor de Hollywood
Santino Rossi, la dulce y virginal Kate Mulhoon se había visto inmediatamente
arrastrada por su pasión. Santino no sabía que aquella noche habían engendrado
un bebé ...
Aquella velada tan sensual había quedado grabada en la
memoria de Santino, por eso cuando Kate apareció en su set de rodaje en Roma
cinco años después, el guapo millonario italiano deseó revivir aquella
aventura. El único problema era que Kate parecía querer evadir todas sus
atenciones... Era evidente que escondía algo, pero no podía ser tan malo...
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