El planeta de Jancy se encontraba despedazado. Su triunfadora carrera como modelo tendría que finalizar, así como su deber con Duncan. Mas él era un caballero e sin lugar a dudas se negaría a anular el matrimonio. Pero, ¿qué hombre amaría a quien ya sólo era media mujer que conoció? Y si Jancy no podía tener su amor, tampoco quería su lástima.
Así que huyó a Yorkshire con la promesa de que Duncan la olvidara. Por otro lado, Duncan no era el tipo de hombre que se proporciona por vencido fácilmente.
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