Me llaman el Agitador de Camas.
Creo en trabajar duro por lo que quieres.
Y lo que quiero es volver locas de deseo a todas las mujeres con las que duermo. Es mi pasión. Tampoco puedo decir que me haya quejado de mis esfuerzos.
No alardeo de lo bueno que soy. El boca a boca lo hace por mí. Así que no me sorprende cuando recibo un mensaje de texto de un número desconocido, pidiéndome que me acerque para una llamada para sexo. Luego aparezco y encuentro a una chica que lleva cinco botellas de vino demasiado borracha.
Los desastres descuidados no son lo mío.
Debí haberme ido... en vez de eso la limpié, la acosté, y por alguna tonta razón me quedé a prepararle el desayuno a la mañana siguiente. Justo cuando me preguntaba qué me había pasado, ella se va con una bata medio abierta.
Maldita sea. Ella es preciosa.
Pero la chica desesperada que me rogó anoche se ha ido. Esta mujer es un petardo que no quiere tener nada que ver conmigo ni con mis habilidades en el dormitorio.
Eso es una pena.
Porque como dije, siempre trabajo duro por lo que quiero.
Y quiero mostrarle por qué me llaman el Sacudidor de Cama.
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