Thorn...
Desde la primera vez que jugué al ejercito cuando era niño, el ejército ha sido mi vida. Como comandante de vuelo, he guiado a mis hombres en dos despliegues por Afganistán. Pero cuando mi padre fue elegido presidente, me volví un blanco incluso mayor para el enemigo, un premio para que alguien lo reclamara. Para asegurar no solo mi seguridad sino también la de mis hombres, me despojaron de mis trajes de camuflaje y me pusieron uno de Armani, asignándome un puesto administrativo en la compañía de mi padre.
Después de años de andar por el desierto con mi rifle de asalto, estaba lejos de mi zona de confort, cosa que mi coordinador estaba más que alegre de recordármelo todos los días. La atractiva morena sería la muerte para mí en más de una forma, especialmente porque no había estado con una mujer desde mi último despliegue. Ella se estaba convirtiendo en uno de los mejores enemigos al que me había enfrentado.
Isabel...
En el pueblo apartado de Georgia en el que nací o te casas con alguien después de secundaria o te vas de la ciudad. Elegí la segunda opción y nunca miré atrás. Después de graduarme como la número uno de mi promoción, comencé a trabajar para la Corporación Callahan. Cinco años después estaba a punto de convertirme en la gerente más joven en la historia de mi departamento. Pero luego toda la sangre, sudor y lágrimas que puse en mi carrera no sirvieron para nada cuando al billonario hijo de mi jefe se le dio mí posición en bandeja de plata. No solo eso, sino que esperaba que le ayudara con la transición en el trabajo que se suponía sería mío. Claro, no costaba admirar su cincelada apariencia e increíble físico, pero no iba a dejar que eso me distrajera. Espero que el soldado sea un buen estratega militar, porque sabotaje es el nombre del juego que al que voy a jugar.
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