Cuando Lisa Hayward llegó a Manhattan esperaba que la recibiese su hermano y no un hombre de negocios con un sugerente acento sureño e intención de seducirla.
-Mis amigos me llaman Thorn -le había dicho él.
Pero cuando Lisa le preguntó como le llamaban sus enemigos él había respondido:
-Despiadado.
Sin embargo, el potente magnetismo de Thornton Landers funcionó y en cuestión de días ella había accedido a casarse con él. Pero descubrió más tarde que había un siniestro motivo para
aquella proposición; la venganza.
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