Nadie iba a obligar a un Marcolini a divorciarse. Y menos una ambiciosa mujer que podía marcharse con la fortuna de la familia. Antonio Marcolini estaba dispuesto a que Claire pagara. Y tenía el plan perfecto para vengarse: le exigiría que pasara tres meses con él, como marido y mujer. Nada conseguiría interponerse en su camino.
Pero Claire era inocente. ¿Cómo podía conseguir demostrarlo antes de que su marido le hiciera chantaje para que volviera a ser su esposa?
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