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viernes, 16 de diciembre de 2016

Megan Maxwell y el capítulo 31 de su relato erótico para Woman's Day

Por fin Raquel y Manu se ponen de acuerdo y gracias a que sus sentimientos son más fuertes que sus personalidades​, disfrutan de su amor más que nunca.

Y como soy una romántica empedernida, acepté su proposición y…
¡Estoy en Los Ángeles!
Acompaño a Manu al rodaje de su última película y reconozco que me lo paso bomba.
Ver los entresijos que tiene su trabajo y cómo se gesta lo que luego siempre he visto en la gran pantalla, es una pasada.

La película que rueda es de romanos y ¡mamacitalinda cómo está mi churri de romano!
Boquiabierta estoy mirándole rodar su escena, cuando siento que alguien se sienta en la silla que tengo al lado y al mirar, bueno… bueno… buenooooo… creo que me va a dar un ataque.
Por el amor de Dios ¡Gerard Butler vestido de romano!
Intento contener las ganas que tengo de chillar, de sacar el móvil para hacerme un selfie con él y de mil cosas más, cuando este me mira y con una increíble, radiante y maravillosa sonrisa pregunta.
- ¿Te gusta lo que ves?
Uf… Uf…
¿Que si me gusta lo que veo pregunta?
Gerard es uno de mis actores preferidos. Aún recuerdo cuando lo vi por primera vez en la película 'Atila, el Rey de los Hunos' y posteriormente en otra llamada 'Timeline' y me enamoré locamente de él. Y ahora… ahora lo tengo delante de mí y solo puedo mirarlo como si fuera medio tonta.
Cuando consigo reaccionar de la impresión de tener a ese pedazo de tiarrón, a un palmo escaso de mí, respondo.
- Para alguien que es ajeno al mundo del cine, es curioso ver cómo se hace una película.
Gerard sonríe. ¡Madrecilalinda qué sonrisa que tiene el polluelo en vivo y en directo!
Yo también sonrío, cuando de pronto, me tiende la mano y dice.
- Soy Gerard ¿y tú eres?
- Mi novia —oigo que dice de pronto Manu.
Al mirar hacia la derecha, allí tengo a mi potentorro novio vestido de romano, que todo sea dicho ¡está increíble! Y mirando a Gerard indica.
- Gery, ella es mi novia, Raquel.
Gerard sonríe…
Yo… ni te cuento…
¡Esto es surrealista!
Al final, Manu sonríe también y Gerard levantándose de la silla, coge mi mano, me besa los nudillos y guiñándome el ojo murmura divertido.
- Un placer conocerte Raquel. Espero verte por aquí más a menudo.
Nada más decir eso mira a Manu, ambos con complicidad sonríen y yo me siento la tía más buenorra de mundo mundial, al estar siendo halagada por aquellos dos titanes.
Instantes después Gerard se marcha y no puedo evitar no mirarlo. Uf… qué muslos y qué espaldas y que porte al andar que tiene el puñetero. Y cuando siento la mirada de Manu que me observa lo miro y aclaro.
- Cariño, ese hombre siempre ha tenido el título de ¡hombre de mis sueños! Para mí era el número uno, pero llegaste tú y le quitaste el título y la posición.
Manu sonríe. Me da un beso en los labios y cuando el director de la película lo llama, antes de alejarse para seguir los pasos de Gerard, afirma.
- Me alegra saber que soy tú número uno.
Divertida lo observo mientras se aleja y disfruto del rodaje, sintiendo que es verdad lo que he dicho. Gerard me gusta, pero Manu, mi Manu, me tiene locamente enamorada.
Por la tarde, mientras mi churri continúa en su rodaje, yo voy a una entrevista de trabajo. Manu ha hablado con unos buenos amigos, dueños de una revista y voy a hacer una entrevista.
Cuando entro en el moderno edificio me gusta lo que veo ¡Qué pasote de lugar! Y cuando diez minutos después me recibe una mujer llamada Caty simplemente me dejo llevar por la situación.
Una vez entramos en un despacho, Caty me presenta a un tipo llamado Russell y tras sentarnos ante una redonda mesa de cristal rosa, les enseño en documentos mi valía como periodista. Con atención ven mis trabajos y no me sorprendo al sentirme segura ante aquellos. No tengo un pelo de tonta y sé mi valía, pero mi sorpresa es mayúscula cuando me ofrecen llevar una sección semanal en dos de sus revistas en las que tendría que entrevistar a celebridades a nivel mundial.
Aquello me pilla por sorpresa. Aquel trabajo, es mucho mejor de lo que yo esperaba y ya cuando hablamos de dinero, no sé ni qué decir.
Bueno…bueno…bueno… lo que esta gente me ofrece al mes, no lo gano yo ni trabajando dos meses seguidos sin parar un segundo en España, pero no acepto. Prefiero estudiar bien la oferta para no equivocarme y una vez me despido de ellos y quedo en responder una vez pasen las Navidades, salgo de las oficinas y me siento feliz.
Estoy feliz porque mi corazón está lleno de amor por Manu, Flash y mi familia y mi vida laboral siento que puede ir ¡de lujo!
Como Manu está en el rodaje y sé que hasta las seis o así no regresará a casa, me voy a Rodeo Drive. He oído tanto hablar de esa famosa calle, que deseo verla por mí misma y más siendo Navidad. Una vez llegó allí, el glamour y los Papás Noeles de la zona me abducen.
¡Qué maravilla de lugar!
Durante horas paseo por aquel precioso sitio, mientras miro escandalizada el precio de las cosas. Pero claro, estamos en Rodeo Drive ¿Qué voy a esperar?
Pienso en la oferta de trabajo y me hace sonreír. Siento que aquello puede ser algo excelente para mí y a cada instante me emociono más y más.
Tras mirar mi reloj decido parar un taxi y regresar a la preciosa mansión de Manu. Estoy deseando verle para contarle mi entrevista de trabajo.
Una vez llego a la mansión y saludo a Giusepina, la mujer que se encarga de que todo allí funcione a las mil maravillosas, y cuando se va a su casa me quedo sola. Manu no ha llegado todavía y decido darme una ducha, por lo que entro en el precioso baño, doy a un botoncito que hay en la pared y la voz de Michael Buble cantando Nobody but me, comienza a sonar.
Esa canción me da muy buen rollo cada vez que la escucho y bailoteando me desnudo y me meto en la ducha.
Gustosa abro el grifo y el agua comienza a correr por mi cuerpo, mientras yo canto a voz en grito aquella bonita canción, hasta que de pronto escucho la voz de Manu canturrear y aparece totalmente desnudo ante mí y divertido dice.
- Cantas fatal pero estoy loco por ti.
Divertida sonrío, me tiro a sus brazos, lo beso y nos hacemos el amor.
¡Lo quiero… lo adoro… lo amo!
Dos horas después, tras una increíble ducha llena de morbo, besos y sexo, estamos sentados en albornoz en los taburetes que tiene junto a la isla azulada de la cocina. Le hablo de mi entrevista de trabajo y una vez acabo pregunta.
- Te siento emocionada ¿has pensado ya qué quieres hacer?
Lo miro, suspiro y asiento.
Sé que es una locura lo que estoy dispuesta a decir pero ¿qué sería la vida sin esta locura? Y consciente de que mi vida va a cambiar en todos los sentidos afirmo.
- Sí.
Manu es impaciente e insiste.
- ¿Y?
Consciente de que lo he despistado por mi gesto serio, respondo.
- Creo que quiero ver más a menudo a Gerard Butler —Manu parpadea. No entiende lo que digo e incapaz de no reír a carcajadas afirmo rodeando con mis brazos su cuello—. A mi madre le vamos a dar el disgusto del siglo cuando sepa que dejo España y prepárate porque Flash, una vez llegue, te va a comer el precioso jardín que tienes —Manu sonríe y yo prosigo—. Eres mi número uno y quiero lanzarme a esta aventura contigo, y…
No puedo decir más.
Manu me acerca a él y me besa con posesión. Me besa como siento que no me ha besado nunca y cuando nuestras bocas se separan, con una preciosa sonrisa, asiente y afirma sonriendo.
- Te quiero y tú también eres mi número uno.

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