Un monstruo nato formado en un monstruo aún peor por la hojilla, los puños y las duras palabras de mi padre.
Me criaron para convertirme en Capo, para gobernar sin piedad, para impartir brutalidad sin pensarlo dos veces.
Criado para romper a otros.
Cuando Aria me fue dada en matrimonio, todos esperaron conteniendo el aliento para ver qué tan rápido la rompería como mi padre rompía a sus mujeres. Cómo aplastaría su inocencia y amabilidad con la fuerza de mi crueldad.
Romperla me habría costado poco esfuerzo. Me venía de forma natural.
Era fácil ser el monstruo que todos temían.
Hasta ella.
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