Supe que algo estaba mal al segundo en que ella atravesó la puerta esta noche; solo que no podía descifrar lo que era.
Mismo color de cabello.
Mismas piernas.
Mismo rostro.
Excepto… miro más fijamente.
Al pequeño hoyuelo debajo de su labio que no estaba allí la última vez que salimos. Y su risa… esa risa no era tan fuerte.
Esta no es la chica con la que he salido en las últimas semanas.
Es su hermana gemela, y han intercambiado lugares conmigo.
Solo que no estoy listo para dejarlas volver a su lugar.
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