Max solo tiene 8 años y no es como los demás niños. Él vive para adentro y cuanto menos le molesten, mucho mejor. No le gustan los cambios, las sorpresas, los ruidos, que lo toquen y que le hagan hablar por hablar.
Si alguien le preguntará cuándo es más feliz, seguro que diría que jugando con sus legos planeando batallas entre ejércitos enemigos.
Max no tiene amigos, porque lo entiende y todos, hasta los profesores, quieren que sea de otra manera.
Solo me tiene a mi, que soy su amigo desde hace cinco años. Ahora sé que Max corre peligro y solo yo lo puedo ayudar. El problema es que Max es el único que puede verme y oír. Tengo mucho miedo por él, pero sobre todo por mí. Los padres de Max dicen que soy un "amigo imaginario". Espero que a estas alturas tengas claro que no soy imaginario.
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