Era la cuarta temporada para lady Annabelle Weymouth y seguía sin encontrar marido, pero lo cierto era que no había conseguido quitarse de la cabeza a Robert Wilts, conde de Dain y, esa vez, la temporada iba a ser radicalmente diferente, porque el conde buscaba esposa. Las presiones lo habían obligado a contraer matrimonio de inmediato y, si bien preferiría que fuera una mujer de su agrado, diferente, tampoco estaba dispuesto a alargar innecesariamente la situación, por aburridas que fueran las jóvenes casaderas. Aunque, por lo que estaba a punto de comprobar en sus propias carnes, tal vez alguien tomara la decisión por él.
Annabelle sabía que Dain nunca se casaría con ella de conocer su horrible secreto, pero ya no tenía nada que perder, por lo que decidió arriesgarse a provocar un escándalo. ¿Saldría indemne? ¿Sería el conde de Dain tan distinto de los demás hombres como ella creía?
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