Él volvió a aparecer en su vida... ¡y ahora era su jefe!
Beth Woodbury creía haber dejado atrás el pasado... hasta que descubrió que su nuevo jefe era el implacable Luca Francesco. Tuvo que suplicarle que la perdonara por lo sucedido años atrás, pues necesitaba aquel empleo. Luca dejó que se quedara con una condición: durante el día sería su ayudante... y por la noche, su amante. Y esa vez no hablarían de matrimonio... ni de hijos. Pero Beth no tardó en quedarse embarazada... ¡de su jefe!
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