La niñera Cheryl Lane fue a La Toscana a trabajar para el millonario Marco Rossi, al que precedía su fama de hombre implacable.
Marco Rossi había contratado a Cheryl para cuidar de su sobrino huérfano. Tal vez Cheryl intentara ocultar sus curvas seductoras bajo su feo uniforme, pero Marco no era tonto...
El deseo de desabrocharle la ropa a la remilgada señorita Lane era muy fuerte; y Marco Rossi nunca se resistía a un desafío...
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