Habían encontrado la pasión en el paraíso...
La decoradora de interiores Lucinda Oliver se quedó de piedra cuando descubrió que su nuevo cliente no era otro que Zane Alexander. Había conocido a Zane en otro tiempo y lo recordaba como un playboy adicto al trabajo. Por muy guapo que fuera, Lucinda no pensaba convertirse en una más de sus conquistas. Pero el trabajo los llevó a una bella y aislada casa en el Caribe y Lucinda se dejó cautivar por el exótico paisaje... y por la ardiente pasión de Zane.
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