01 - La Prometida del Jefe
Amor Conveniente pero peligroso
Ana trabaja como camarera en un ostentoso club de madrid. Roman acude a su
barra para pedir vodka. Alto, guapo, fuerte, y formal pero descarado,
con un toque de picardía en los ojos y muy poca vergüenza. Ese fuego en
los ojos sólo pudo terminar en pasión, pero a la mañana siguiente Ana
está convencida de que aquello fue “cosa de una noche”. No podía esperar
más de un tío que había conocido en un club nocturno.
Para
su sorpresa, Roman Uralov vuelve, puramente centrado en la idea de
conseguirla. De madre ruso y madre italiana, al parecer Ana se había
metido en la cama de un capo de la mafia. Así que él le hace una oferta;
un matrimonio de conveniencia, donde ella disuelva sus problemas
económicos y él consolide su posición con una mujer al lado - y de paso,
quitarse las críticas de su madre de encima -.
Ella
sabe que no debería aceptar, pero la oferta es muy tentadora, y Uralov
no ha conquistado la ciudad aceptando un no por respuesta. Pero Roman
comienza a verse realmente atraído por ella. ¿Podrá Ana confiar en él?
¿Podrá Roman mantener la compostura pese a su debilidad?
Una
historia cargada de romance, conflicto, y con dosis de erótica, donde
las relaciones, el poder y el corazón entran en conflicto hasta un punto
de no retorno.
Julio
Petrov es el líder de la banda de moteros de Madrid. Su rutina empieza
por machacar los músculos en el gimnasio y termina por asfixiar con una
cadena al ladrón de turno del barrio marginal. Y sin embargo, la mayoría
de la ciudad le adora.
Como
una leyenda silenciosa, hecha de susurros, Los Huesos Rojos hacen, por
su mano, la justicia de la policía. “Mira, hijo, te gustará más o menos,
pero el Señor Petrov ya ha evitado que roben dos veces en la tienda”.
“Llámalo ladrón si quieres, pero a mí me devolvió el bolso y dejó ir al
ladrón de un empujón”. “Le debo la vida. Tiró de un quinto piso al
pedazo de basura que forzó a mi hija”.
Sin
embargo, todo cambió cuando Julio vio a Estefania congelada de miedo en
mitad de la calle. Los faros del coche acercándose a ella. Aceleró la
moto, se dirigió hacia ella y la agarró, volcando. La moto siniestrada
contra la pared, Julio tirado en el suelo con la mujer entre los
brazos.
Cinco
días en el hospital, intubado con respiración asistida. Un círculo de
moteros alrededor, con cascos en el pecho. Una joven con una lágrima en
la mejilla. Hasta que el medio-ruso abrió los ojos.
Estefania
miró al hombre a los ojos, y detrás de toda la rabia, todo el abismo,
vio un fin. Como si en otra vida hubiesen sido amigos, o amantes. Como
si aquel fuesen el par de ojos en el que había que reflejarse.
Estefania: Me arrastra hacia un peligro salvaje, feral. Pero se siente… real.
Julio: He matado por hijas en el pasado. Qué no haré por la mujer de mi vida.
Advertencia:
Estás frente a una historia con contenido explícito y contraste entre
la calma y el fuego, la obediencia y la libertad, transgrediendo las
normas sociales. No apto para menores de edad.
Romance y Segunda Oportunidad con el Profesional
Marcos
siempre ha sido un ladrón por naturaleza. Mientras otros niños jugaban
con canicas, él me enseñaba cómo abrir puertas y robar lo que nadie
miraba. Nos hicimos adolescentes, y de algún modo consiguió robar mi
corazón. Supongo que es normal.
Hasta
que abrió una puerta que nunca debió abrir y, simplemente, desapareció.
La mansión del Señor Uralov, un capo de la mafia rusa, se lo tragó
durante casi diez años. Y entonces, un día, apareció sin más en la
cafetería donde me sentaba cada mañana. Sentado en mi mesa.
Ahora
es uno de ellos. Pero tras tantos años de delincuencia y desacatado a la
oscuridad, ha venido a enmendar su mayor pérdida. Yo. Así que ahí estoy
de nuevo, frente al hombre que puede robar mi cuerpo, mi mente, mi
aliento e incluso hacerme gritar su nombre.
O
podía. Han pasado casi diez años, y las niñas también crecen. Pero
cuando Marcos me tiende su mano y me pide que simplemente eche un
vistazo a su estilo de vida, un mundo nuevo de oportunidades se abre a
mi alrededor. Ya no es el lujo. Ya no es la adrenalina de desobedecer a
la autoridad. Es la capacidad de vivir tu propia vida.