
A
raíz de un desafortunado incidente en el que atrapó a su mejor amiga y a
su novio teniendo sexo en una silla, Jo Donelly huye de su civilizada
vida en la ciudad para tomar un trabajo temporal en la clínica de
fisioterapia de su antiguo pueblo natal.
Jo
es ineptamente asistida en el trabajo por una recepcionista que divide
su tiempo entre el cuidado de sus uñas y navegar por Internet. Mientras
tanto, su nueva compañera de piso es una triste patata de sofá que
acapara la televisión y se mantiene alerta en su búsqueda por evitar el
consumo excesivo de electricidad.