2# A veces hay que perder el camino antes de encontrar el camino correcto.
El rugido de un motor de una moto. La vibración entre sus muslos. La
sensación de la fría oscuridad besando su piel mientras se costea
caminos sinuosos en la noche -Melody Lachlan vive por estas cosas. Desde
que Mel y su mejor amiga Darla escaparon de su pequeña ciudad,
Backwoods, han viajado al campo en busca de paseos rápidos, ciclistas
tatuados, y buenos momentos.
Una poeta autoproclamada y amante de todas las cosas gratis, Mel ve su
vida como una bicicleta de paseo largo con paradas en el camino para
adormecer el dolor. Pero ella nunca se vio a sí misma como una
drogadicta. Fiestas tan dura como montan. Ese es su lema... hasta que
una noche trágica roba su alma. Luego se ve obligada a hurgar debajo de
la superficie, de donde sus demonios rugen.
Cuando conoce al recuperado drogadicto Boone Randall, es más probable
que lo derrible a él que bese su cara adorable con hoyuelos. Ella no
quiere que su ayuda; no quiere poseer hasta la parte en esa noche. Ella
sólo quiere hacer su tiempo y mantener su promesa a su amiga. Sin
embargo, Boone desafía a Mel, y pronto a ella no le importa compartir
el camino. Sólo cuando los propios demonios secretos de Boone amenazan
su recién descubierta, frágil seguridad, por supuesto Mel se vuelve
rocosa, y ella debe decidir si deja que sus marcas de pista trilladas se
desvanecen en la pena para encontrar un nuevo camino.
Contada desde el punto doble de vista de Melody y Boone, este es un New
Adult Contemporary Romance para los lectores de diecisiete años de edad y
mayores.